Un día cualquiera del mes de abril del año 2010, Gabi un niño de 4 añitos sale con su mamá por la tarde ha hacer unas compras y después van a merendar.
Mila, la mamá de Gabi, le pregunta al niño:
¿quieres que vayamos a merendar?,
El niño recuerda que hace unos días, habían estado merendando en un bar, en el que ponían un chocolate con churros delicioso, entonces Gabi responde a su mamá:
Si mamá, pero podíamos ir a tomar un chocolate con churros al bar que fuimos la última vez.
Vale dice Mila.
Los dos van al bar, se sientan en una mesa, y mientras meriendan un vaso de chocolate con churros tranquilamente, hablan de sus cosas. Al terminar la merienda, salen del bar, y Mila le dice a su hijo:
Gabi, recuérdame, tú que tienes buena memoria, que al pasar por el cajero automático, saque algún dinero, por que nos hemos quedao sin un duro, y nos hace falta dinero.
El niño, tras un breve silencio, dice a su mamá:
Mamá, no voy a poder recordarte que saques dinero, por que aunque es verdad que tengo muy buena memoria, me acabo de tomar un vaso de chocolate, y el chocolate borra los recuerdos. Mamá, ¿tu sabes que en el cerebro,por donde pensamos, tenemos unas rajillas pequeñas?, pues por ahí se mete el chocolate y borra los recuerdos. Primero te lo tomas, va al cerebro, se mete poco a poco por las rajillas, y va borrando todos los recuerdos, y después, va otra vez a la barriga, y si tomas mucho te duele la barriga. Por eso, mamá, cuando te tomas un vaso de chocolate, te limpia el cerebro y te lo deja reluciente. ¡Lo sabías mamá!